¿Eres la mujer que cae y se levanta?

¿Eres la mujer que cuando cae se levanta lo más rápido que puede?

Al pasar por un momento desequilibrante es común que, con la intención de salir adelante lo mejor posible, empieces a moverte hacia tu nueva vida lo más pronto que se pueda. Durante el proceso lloras y te vas acoplando poco a poco a lo nuevo.

Sin embargo, con el afán de ser la persona fuerte que todo lo resuelve, es posible que no veas ni aceptes lo que en realidad está sucediendo.

Es una carrera donde sólo te preocupas por la respiración para llegar a la meta, sin ver lo que hay alrededor.

La situación es que, eso que te sucedió sin ser visto, aceptado y trabajado, puede llevarte a un bloqueo que sólo saldrá a la luz cuando vuelvas a pasar por una situación similar.

Todo comienza con sincerarte contigo misma.

Haz este ejercicio.

  1. Piensa en lo que no tienes pero que deseas mucho, puede ser una relación de pareja, el trabajo de tus sueños, una buena relación familiar…
  2. Anteriormente, quizá viviste algo de eso que estás buscando, cuando lo tuviste ¿Qué fue lo que pasó?, ¿Cómo fue esa experiencia?, ¿Cómo fue el quiebre de eso que ya no está?
  3. ¿Hace cuánto pasó la experiencia que te desequilibró?
  4. Sincérate. Escribe lo que pasó, sin tapujos. Me pasó esto…
  5. Lo que más me dolió fue…
  6. En ese momento me sentí…
  7. Me hubiera gustado que pasara esto…
  8. Hoy me siento…….
  9. ¿Qué me molesta tanto de lo que pasó en ese momento?
  10. ¿Qué me molesta tanto de mi hoy?
  11. ¿Cuáles son mis miedos?
  12. ¿Cuáles son mis corajes?
  13. ¿De dónde me estoy “agarrando”?
  14. Y hoy tengo que seguir adelante, pues deseo…

Responder estas preguntas te llevarán a darte cuenta de si, a eso que deseas le antecede un punto de quiebre, a sincerarte y sacar lo que tanto has guardado y a dejar de forma clara lo que ya no es en tu vida actual, pero si en tus emociones.

Analízalo y decide, ¿Qué harás con eso?

Por supuesto, esto aplica para hombres y mujeres por igual.