¿Qué pasa con la energía en tus relaciones?

Está claro que somos seres energéticos, pues el átomo está compuesto de 99.9% de energía, además de que tú envías y recibes ondas de energía constantemente, las cuales se suman y potencializan si están en armonía; sucediendo al contrario cuando están en discordancia.
Todo esto es percibido por tu campo electromagnético aunque tu mente consciente no lo note, el cual se expande o contrae dependiendo de con quien estés y de lo que estés viviendo.
Prueba de ello fue el resultado de un estudio llevado a cabo por el equipo del profesor Kostantin Korotkov, catedrático y científico de renombre, quien desarrolló la bioelectrografía electrofotónica, que permite entre otras cosas, visualizar el aura de las personas. Dicho estudio “reveló que el campo bioeléctrico de una persona se amplía cuando se acerca por detrás alguien a quien ama”, aún sin que lo haya visto (Cabero, 2011, p.14).
Haciéndolo consciente, ¿Te ha pasado? ¿Has sentido cómo tu cuerpo se expande al ver a alguien que te gusta mucho o a quien amas? Es cuando tus pupilas se abren, sonríes de forma instantánea, sientes que te salta el corazón y tu cuerpo tiembla al grado de que eres incapaz de reaccionar. Yo lo viví hace diez años, conocí a alguien en un curso que con sólo mirarlo a los ojos sentí la expansión en todo mi cuerpo y si, fui incapaz de reaccionar.
Imagínate, si esas son las sensaciones de tu cuerpo cuando estás consciente de ello, ¿qué pasa cuando no eres consciente?
Si te expandes no hay problema, el gozo de tu alma lo siente tu cuerpo.
Si por el contrario, estás en una situación donde la persona con la que estás te desalienta o menosprecia de alguna forma, sin importar el vínculo que tengas con ella (tu jefe, pareja, amigo, vecino, la persona de la tienda que te atendió de mala gana) entonces en alguna parte de tu cuerpo se crea un estancamiento de energía; la cual, dependiendo del tipo de emoción que te está generando el momento incómodo (miedo, frustración, resentimiento, tristeza) se puede somatizar en forma de pesadez en los hombros, garganta cerrada, opresión en el pecho, dolor de estómago…
Esto independientemente de lo que le pasa a tu campo electromagnético.
¿Y de qué depende que se genere este estancamiento de energía en el cuerpo? De si te “chocó” lo que te dijeron o hicieron; es decir, si despertaron en ti una memoria que te hizo conectar con esas emociones no gratas que a su vez amplificaron la emoción, la memoria y, por lo tanto, el estancamiento de energía.
Así es, dependiendo de tus memorias, serán tus reacciones y estancamientos de energía; pues por ejemplo, si haces una cita y la persona llega a deshoras, quizá no te importe mucho y no cause nada en ti; pero para alguien más, esperar 5 minutos después de la hora acordada, puede generarle una gran molestia y frustración, despertándole memorias de “no le importo, por eso no llega a tiempo” con emociones de victimismo, traición, autoestima baja y desvalorización.
Este es un ejemplo de la vida cotidiana, pero está claro que entre más fuerte es el evento y la emoción que éste causó (como una ruptura laboral o de pareja) más grande será la acumulación de energía.
¿Qué hacer? Trabaja en ti, no permitas que las emociones se acumulen en tu cuerpo. Date tiempo para saber qué estás sintiendo y por qué ocurrió. Sana lo que venga; si lo necesitas, llora, sácalo, sánalo y después sigue viviendo.
Una opción para sanar son las terapias de Sanación Energética; conoce cómo lo han hecho otras personas quienes se liberaron al sanar una relación de pareja
Fuente.
Cabero, M.A. (2011). El campo energético humano y la electricidad. ResearchGate, 14-15. https://www.researchgate.net/publication/313638157_EL_CAMPO_ENERGETICO_HUMANO_Y_LA_ELECTRICIDAD
