Lo que te está pasando es ¿Negación o Adicción?

¿Cuánto tiempo llevas viviendo la vida que no deseas?
¿Cuánto tiempo llevas pensando, haciendo y sintiendo lo mismo?
El universo se mantiene en movimiento, ¿Por qué tú no lo haces?
¿Te preguntas por qué no has encontrado lo que tanto deseas, como una salud plena o una buena relación de pareja?
Has entrado en un estado donde no percibes riesgos, en donde estás bien después de haber estado sometido a mucho estrés; pero que es limitativo si te mantienes ahí por un largo periodo de tiempo; si, has entrado a una zona de confort, con los mismos hábitos y rutinas, no sólo de tus conductas, sino también de tus estados mentales y emocionales.
¿Qué está sucediendo?
Cuando vives un evento desequilibrante, deseas salir lo más pronto de él y haces todo lo posible para lograrlo y no me refiero, por ejemplo, a cuando terminas una relación de pareja o un vínculo laboral; en realidad hablo de aquellos eventos que tú sabes que han marcado tu vida y que fueron emocionalmente tan fuertes que no deseas recordar, los que para protegerte has puesto en el cajón de los recuerdos; como la relación de desamor que percibiste de tus padres, alguna experiencia catastrófica vivida o la sensación de culpa que sentiste al tomar alguna decisión.
Todo aquello que callaste con la finalidad de hacerte creer a ti mismo que no había pasado nada, activando todas tus herramientas para salir de ahí y recuperar lo más pronto posible el “equilibrio”.
Sin embargo, las emociones que nacieron de esas experiencias no sólo cerraron tu corazón y limitaron tu comunicación con el mundo exterior, sino que también se han acrecentado con el tiempo, dando lugar a situaciones de ira, desconfianza, inseguridad y negatividad hacia la forma en que percibes la vida.
El cuerpo se hace adicto al estrés, pero también se hace adicto a la tristeza, la depresión, el victimismo; lo que sucede por los químicos que producen estas situaciones en tu organismo, lo que hace que sea más difícil salir de ellas.
Y son en realidad los eventos que callaste, lo que han originado aquello que hoy ves claramente en tu vida, como el no encontrar la estabilidad económica, una relación amorosa de pareja, el trabajo de tus sueños o una salud plena.
Lo que sucedió fue que al tratar de mantener el equilibrio que te sacara de la crisis, al no sanar su origen, convertiste la situación en una incomodidad cómoda, algo que simplemente es parte de ti.
¿Qué hacer?
- Haz una lista de aquello que para ti fue emocionalmente significativo
- Acéptalo y trabaja en ello
- Mientras trabajas en ti, por ejemplo, con ayuda de terapia, responsabilízate de tu vida y haz cambios que te hagan sentir bien
- Busca modificar de alguna forma el ambiente que te mantiene adicto a la tristeza o al victimismo
- Crea nuevos pensamientos y emociones que le den significado a tu vida, tú eres el responsable de los químicos de tu cuerpo
- No te aferres al dolor de lo que viviste en ese momento; de lo contrario seguirás atrayendo la memoria de la ira, la desconfianza o la inseguridad
- Cree en la posibilidad de merecer lo mejor, de ser feliz y pleno
Una opción para sanar pueden ser las terapias de sanación energética, no te quedes con la duda y conócelas.

3 respuestas
Excelente recomendación!!!
hola, estoy totalmente de acuerdo en que hay que trabajar nuestras emociones ,tenemos huellas que se activan en diferentes situaciones, pero para hacer cambios tenemos que saber y aceptar lo que nos daña, e ir acompañados de alguien que sepa guiarnos,, gracias
De acuerdo contigo! hoy estamos viviendo en un mundo tan complejo, que buscamos puertas falsas… las adicciones a cualquier persona, sustancia o situación, nos limitan para crecer espiritualmente. Hay que saber pedir ayuda con humildad cuando lo necesitamos.